domingo, octubre 22, 2006

¿El que más habla , más sabe?



Caminaba con mi padre cuando él se detuvo en una curva y después de un pequeño silencio me preguntó:Además del cantar de los pájaros, ¿escuchas alguna cosa más?Agudicé mis oídos y algunos segundos después le respondí:Estoy escuchando el ruido de una carreta.Eso es -dijo mi padre-. Es una carreta vacía.Pregunté a mi padre: ¿Cómo sabes que es una carreta vacía, si aún no la vemos?Entonces mi padre respondió: Es muy fácil saber cuándo una carreta está vacía, por causa del ruido. Cuanto más vacía la carreta, mayor es el ruido que hace.
Me convertí en adulto y hasta hoy cuando veo a una persona hablando demasiado, interrumpiendo la conversación de todos, siendo inoportuna o violenta, presumiendo de lo que tiene, sintiéndose prepotente y haciendo de menos a la gente, tengo la impresión de oír la voz de mi padre diciendo:"Cuanto más vacía la carreta, mayor es el ruido que hace"La humildad consiste en callar nuestras virtudes y permitirle a los demás descubrirlas.Y recuerden que existen personas tan pobres que lo único que tienen es dinero.Y nadie está mas vacío que aquel que está lleno de sí mismo.
Ruben Sandoval

viernes, octubre 20, 2006

Un consejo práctico para encontrar la felicidad.


Casi todas las personas son tan felices como se deciden a serlo.
La Felicidad no admite esperas. Atrápala aqui y ahora, o la perderás para siempre.
Nada es bueno o malo, sino que el pensamiento es lo que hace que las cosas sean buenas o malas.
Tienes que pasar un buen rato cuando te encuentres con la gente, si esperas que los demás lo pasen bien cuando se encuentren contigo.
Los actos hablan en voz más alta que las palabras, y una sonrisa expresa: “Me gustas. Me causas felicidad, Me alegro tanto de verte.”
Esfuérzate en sonreír. Si estás solo, silba o tararea o canta, Procede como si fueras feliz, y eso contribuirá a hacerte feliz. Se ha comprobado que al sonreir se segregan endorfinas, la "hormona de la felicidad", un euforizante natural.
Cada vez que salgas al aire libre, retrae el mentón, lleva erguida la cabeza y llena los pulmones hasta que no puedas más; bebe el sol; saluda a tus amigos con una sonrisa, y pon el alma en cada apretón de manos. No temas ser mal comprendido y no pierdas ni un minuto en pensar en tus enemigos.
Enfrente del espejo, busca la mímica de una sonrisa graciosa que armonice bien con tu rostro. Cada vez que pases junto a un espejo, piense en ello y rehazlo.
Durante todo el día esfuérzate en sonreír de forma exagerada, sin miedo al ridiculo. Esto te ayudará a suavizar y acostumbrar a trabajar el grupo de músculos faciales que provocan la sonrisa. En una semana sonreirás con toda facilidad.
A partir de hoy, cuando abordes a una persona, esfuérzate en sonreírle incluso antes de hablarle.
Antes de entrar en la oficina de un presunto cliente, detente siempre a pensar por un instante en las muchas cosas por las cuales estás complacido, obtén así una sonrisa llena de felicidad, y entra en la oficina cuando la sonrisa se esté desvaneciendo.
Sonrie. Y recuerda que el nonbre de una persona es para ella el sonido más dulce e importante que pueda escuchar.
Se buen oyente y alienta a los demás a hablar de si mismos.
Interesate auténticamente en las demás personas. Muestra simpatía por las ideas y deseos del prójimo.
Elogia hasta el menor progreso y elogia todos los progresos. "Se caluroso en tu aprobación y abundante en el elógio".
Alienta a los demás. Haz que los defectos parezcan fáciles de corregir.
No critiques.
Demuestra que aprecias horadamente las buenas cualidades.
Se cortés y ten pequeñas atenciones.
Ruben Sandoval

sábado, octubre 07, 2006

Sólo debo caminar.



Caminante, camina mirando el horizonte
Buscando la huella del eterno caminante
Encontrarás nuevos rumbos en tu vida
Descubrirás como plantarte en la vida.
Encontrarás tristezas y alegrías
Podrás apreciar la verdad de la vida
Podrás crecer en espíritu y sentimientos
Que engrandecerán mayormente tu vida.
Podrás apreciar a tus semejantes y la vida.
Verás a gente generosa, bondadosa y rica de espíritu
Descubrirás algunos con envidias e hipocresía
No trances tus ideales, ni tu rumbo en la vida
Busca el buen camino y encontrarás la felicidad
Descubrirás la huella del eterno caminante...
Dicen que los poetas son soñadores
Porque en su soñar no existe pecado
Explora, tu yo interno y descubre tu alma
Enriquece tu mente, tu vida y tu espíritu.

Ruben Sandoval

jueves, octubre 05, 2006

Mi Richy.


Ha muerto nuestro pequeño Ricky. Apenas mañana cumpliría 15 años de vida y con nosotros sólo compartió 14años 11 meses, 29 dias, dedicándonos un afecto que supera ya las barreras del tiempo y que conservaremos por siempre. Tu muerte fue fulminante y en el plazo de de minutos se cumplió su triste decreto. Lo tratamos con toda la diligencia posible Mamá, pero dado el carácter irreversible de su dolencia, no tuvimos más opción que buscar el alivio final a este implacable mal, la muerte, alarmados por el maldito neumatico que prácticamente ya la estaban haciendo perder su esencia, esa amorosa identidad que la convertía en nuestro extraordinario amigo. Fue una terrible escuchar: "el Richy murió": nadie quiere matar lo que más ama o lo que más amor nos brinda pero tampoco podíamos permitir o tolerar el verlo sufrir de tal modo sin nosotros poder hacer nada al respecto. En muchos aspectos, Ricky era una perrito extraordinario. Su alegría sincera e inocente se conjugaba con una inteligencia e intuición desbordante. Era pícaro y muy jugueton pero también gustaba de quedarse recostado en su favorito sillón verde o simplemente en el regazo de mamá. Ver esta última escena era sencillamente conmovedor: se acurrucaba en su amplio regazo hasta hallar la posición más acorde y descansar profundamente. La comunicación de ambos era enorme y se intensificó mucho los últimos tiempos. Ricky sabía perfectamente que mamá era la persona central del hogar y la que poseía las llaves de todos los reinos: el de la mañana, el de la cocina, el de las siestas y así compartía las horas que componían el día, juntas las dos entraron a jugar una amistad que solo pudo interrumpir la muerte. Lo impresionante de su aparición en nuestra casa fue lo rápido que se produjo su apropiación de los rincones, primero de la casa y luego del exterior y más tarde de la vereda, las veces que se escapaba. Del interior de la casa prefería, como cité, todas aquellas zonas mullidas: los almohadones, la cama misma, su sillón, los regazos, los brazos, los abrazos, en fin toda la galería del afecto humano que el mismo buscaba de una manera imperiosa siempre. Se estaba convirtiendo en una perrito malcriado, por cierto, pero porque conocía nuestra debilidad por su dulce personita. Al poco tiempo de llegar empezó a realizar sus primeras excursiones afuera. Tenía un amplio sector que recorrer e investigar y lo hacía con diligencia. En la mañana despertaba a mamá que le preguntaba si quería salir, él asentía y cada día se iniciaba así, como una especie de rito doméstico que marcaba el ingreso a una rutina. Las ocasionales veces que salía a la vereda la atraían irremediablemente los viandantes, especialmente los niños y las chicas que pasaban y la admiraban. El último niño que estuvo con el es un niño especial que casi no habla pero que es muy afectuoso. Nosotros estábamos cortando el pasto y nos resultaba difícil hacerlo con Ricky pues había que controlar que no bajase hasta la calle y si se quedaba adentro, su encierro sólo la hacía lamentarse de la injusta privación a la que la sometíamos. Pero ese día –apenas hace dos días- el niño la tomó en su pequeño regazo y juntos se sentaron a observar mi acción de cortar el pasto. Ambos, niño y cachorra, tranquilos y silenciosos son una imagen que me acompañará siempre. Así era, dulce y dispuesto a ser el centro de nuestro afecto. Personalmente me abraza su recuerdo “con la certeza de lo eterno, lo incondicional y lo puro”, como señala acerca de la amistad mi amiga Marta. Es decir, uno bien puede experimentar el verdadero amor en un ser que, en vez de apelar al lenguaje traductor del afecto, es en sí mismo un puro afecto hecho efecto (por ejemplo, en el leve e inolvidable cosquilleo que hacía en mi nuca) Hubo dolorosas veces, cuando mi dolor ganaba la batalla con el mundo, que ese gesto del “animal” continúo asegurando mi devenir humano. El creó en mí “un lugar de afección” muy difícil de explicar y que ahora la muerte ha elevado a la calidad de misterio. Nunca pensé experimentar, con un pesar propio de la cita (realizada hace días en pos de un desconsuelo) y sin saberlo, el parlamento de Segismunda en “Los poseídos entre lilas”: “Si viera un perro muerto me moriría de orfandad al pensar en las caricias que recibió”. Es cierto que nombré a Richy con un destino. Al tenerlo por vez primera en mis brazos, con miedo y un cierto pavor, oíamos a la Garland y me pareció bárbaro aquel nombre corto y brillante que tan bien le iba a esa especie de diminuta vaquita blanca y negra que era aquella criatura de apenas un mes. . Pero, pasada una primera languidez, el fulgor les volvía y junto al ánimo unas locas ganas de vivir, de morder la vida, de provocar aunque más no sea una erupción de afecto, mezclado con una infantil exigencia de ser amado, alzadas, tenidas en cuenta de un modo demandante y casi absoluto. Lánguidas y elegantes, tus ojeras Ricky eran astutas, sigilosas y emprendedoras. Conseguían siempre lo que querían. Su arte también consistió en el gradual ahondamiento de un canto o demandante ladrido que acabó por convertirse en aullido desgarrador de dolor. Pero nosotros decidimos cortar de cuajo ese dolor. El daño cerebral le estaba quitando la posibilidad infinita de seguir siendo el mismo. Acabaría nulificado, hecho un pequeño trapo no exento de convulsiones, por poco tiempo. Si es que sobrevivía. Yo sólo vi el último saludo y tú alegría de verme llegar y quedé malamente impresionado cuando ayer no lo has hecho. Aunque ahora me siento muy aferrado al hecho de que ya no este conmigo. Su muerte contagia de irrealidad este momento o por el contrario marca el final de un sueño que desapareció tan mágicamente como se inició.
Te quiero y extrañaré tu saludo....
Adios mi viejo... pequine.
Ruben Sandoval

martes, octubre 03, 2006

Ilusión


Antorchas encendidas
flamean en la oscuridad.
La noche genera espantos
lunas ensangrentadas por el aullido
de los niños muertos de hambre.
Somalía, India, Pakistán, Irak
Israel, Palestina, Argentina, Chile,
y todos los países del mundo entero
gimen la degeneración
de lideres opresores
atormentando a la mente
que grita con moléculas de libertad
como tambores profundos
que suenan bien graves
anunciando la agonía
que millones de seres humanos sufren
la tremenda ironía de la ignorancia.
Amor para todas las naciones:
grita la pluma de mi corazón.
Amor para todos los pobres
que sufren en su pobreza.
Amor para todos los ricos
que sufren en su riqueza.
Amor gritan mis pulmones
para todas las religiones enfrentadas
discutiendo ALGO tan claro.
Amor exhala mi voz perdida
en el tiempo de ya no ser
solo un grito de paz.
Amor para todos los hombres.
¡Libertad!
Ruben Sandoval

domingo, octubre 01, 2006

Fabiola.


Fabiola tus padres debieron llamarte, ternura,
Ya que eso, diste a mi existencia,
Llegaste a mí como un regalo,
Llenaste mis espacios, con tu presencia.
Traías de mi tantas cosas, mi niña,
Tu piel, un trozo chiquito de la mía,
Tu sangre parte de mi sangre,
Tu vida, tomada de mi vida.
Que gusto me da sentir tu calor
Rozar tu piel suave y tersa, con amor,
Sentir tu aroma a fresco y miel
Saber que estás y que eres mí sobrina.
Tus ojos pequeños y vivaces me alegran el alma,
Puedo estar horas y horas contemplándote,
Mis manos dichosas ríen al tener las tuyas,
Tus dedos se me aferran, sin querer soltarme.
Semilla germinada, ahora una flor hermosa,
Debieron llamarte ternura,
es lo que despiertas en mí,
Cuanto deseaba tenerte en mis brazos,
Soñaba tanto con verte llegar y besarte.
Escucho tu llanto y mi corazón late aprisa,
Mis ojos te buscan ansiosos, estoy ansioso,
Me desespero por ir ayudarte,
preciosa Tanto te amo sobrina mía, tanto...
Ruben Sandoval